Poesía prestada
Por lo visto Por lo visto es posible declararse hombre. Por lo visto es posible decir no. De una vez y en la calle, de una vez, por todos y por todas las veces en que no pudimos. · Importa por lo visto el hecho de estar vivo. Importa por lo visto que hasta la injusta fuerza necesite, suponga nuestras vidas, esos actos mínimos a diario cumplidos en la calle por todos. · Y será preciso no olvidar la lección: saber, a cada instante, que en el gesto que hacemos hay un arma escondida, saber que estamos vivos aún. Y que la vida todavía es posible, por lo visto. Jaime Gil de Biedma.
VOLUNTAD DE VIVIR MANIFESTÁNDOSE
Ahora me comen. Ahora siento como suben y me tiran de las uñas. Oigo su roer llegándome hasta los testículos. Tierra, me echan tierra. Bailan, bailan sobre este montón de tierra y piedra que me cubre. Me aplastan y vituperan repitiendo no sé que aberrante resolución que me atañe. Me han sepultado. Han danzado sobre mí. Han apisonado bien el suelo. Se han ido, se han ido dejándome bien muerto y enterrado. · Éste es mi momento. Reinaldo Arenas. (Prisión del Morro, La Habana, 1975) |
DE LA TIENDA · Las envolvió cuidadosamente, con orden en preciada seda verde. · Rosas en hechura de rubí, lirios de perla, violetas de amatista. Como él las considera, · como las quiso, como las ve bellas; no como la naturaleza las vio y las estudió. En la caja las dejará, · muestra de su atrevido y capaz trabajo. Cuando entra en la tienda algún comprador · saca de los estuches otras cosas y las vende -excelentes aderezos- pulseras, cadenas, collares y anillos. · C.P. CAVAFIS |
NADA MÁS BELLO ¡Ese rayo de sol inesperado que destella en la nieve recién caída! Mucho más bella era la sonrisa que iluminaba un rostro todavía mojado por las lágrimas. Ángel González. Otoños y otras luces. |
De Luis García Montero, el poema del que está sacado el título del blog. XXIII Si alguna vez no hubieses existido, si el calor de tus muslos no me hubiese buscado como un látigo preciso y mis ambigüedades electivas -los días más oscuros de mi mismo- no te hubiesen tenido como saldo de afirmación o excusa, es posible que este volver a casa en soledad y demasiado pronto, me recordase ahora un poco menos al joven que apostaba por el mundo, con el mundo a su espalda. Sólo el amor es duro. Metidos en la noche, regresando entre la potestad y la mentira, hablamos del poder o de los sueños al hablar del abrazo. Y no lo sé tal vez, no sé si me recuerdo prisionero de un cuerpo o libre junto a él, buscando salvación o en servidumbre, miserable y maldito, pero atónito. Quizás sólo se trata de que no estás aquí, de que perder es duro para todos y el amor me hace falta, como sabes. Quizás contigo estuve tan demasiado cerca de tu reino, que necesito ahora desmentirte, utilizar los trucos que uno tiene para poder seguir. Porque somos así seguramente, huellas equivocadas, solitarias hogueras de un camino, paraísos de cuatro habitaciones que sólo se comprenden después de haber firmado muchas veces, precisamente ahí, donde pone El viajero. Y a mí, ya que prefiero escoger mis derrotas, quiero que me recuerdes derrotado, como quien algo espera más allá de los tiempos y los hechos. Quizás por que haga falta haberlo presagiado o porque, en todo caso, nadie sabe donde acaben los sueños. Luis García Montero Diario Cómplice |
Plegaria
El mar en sus simas prendió a un marinero.- Su madre, desconocedora, se dispone y alumbra ante la Virgen una vela de realce para que regrese pronto y sea apacible el tiempo- y presta sin cesar oídos al viento. Pero mientras reza y suplica ella, la imagen escucha, grave y apesadumbrada, sabiendo que no vendrá ya el hijo que espera. C.P. Cavafis. |
Pasaporte
¿Mujer de ideas? No, nunca he tenido una. Jamás repetí otras (por pudor o por fallas nemotécnicas). ¿Mujer de acción? Tampoco. Basta mirara la talla de mis pies y mis manos. Mujer, pues, de palabra. No, de palabra no. Pero sí de palabras, muchas, contradictorias, ay, insignificantes, sonido puro, vacuo cernido de arabescos, juego de salón, chisme, espuma, olvido. Pero si es necesaria una definición para el papel de identidad, apunte que soy una mujer de buenas intenciones y que he pavimentado un camino directo y fácil al infierno. Rosario Castellanos |
Pensando en el carnaval, me acordé de este poema que me gustaba mucho en la adolescencia, desde luego el vestirse es disfrazarse. Disfraces Así...con tanta prisa, andando a la carrera no sé de qué vestirme...¿De qué me quieres ver? ¿Me quieres ver de esposa o me visto de amante...o de poeta? ¿Me disfrazo de artista, de madre de mis hijos, de perversa, o me pongo aquel traje de encajes que tú llamas "de ingenua"?... ¿De qué me visto hoy?¿De qué me visto? ¿Me pongo de encarnado o de violeta? ¿Me quieres ver de duelo o me visto de fiesta? Dime de qué me visto no vaya ser que andando a la carrera, así, con estas prisas, se me olvide vestirme y salga de tu brazo sin careta. Nuria Parés |
Lunes
Pero después de todo , no sabemos si las cosas no son mejor así, escasas a propósito...Quizá, quizá tienen razón los días laborables. Tú y yo en este lugar, en esta zona de luz apenas, entre la oficina, y la noche que viene, no sabemos. O quizá, simplemente, estamos fatigados. Jaime Gil de Biedma. |
Con este poema acabo con el tema del DF. Creo que el tema de la ciudad escondida debajo de la otra ciudad, debajo del smog...ahí está, esa es mi memoria. CONDICIÓN DE LA CIUDAD 5 Pero si la quieres ver a fondo, si la amas en verdad, quítate la mascarilla de oxígeno y ven conmigo. Aquí su verdad antigua permanece, aquí tiene asiento el amor y el heroísmo, aquí se palpa el rostro que asustados escondimos. El movimiento natural borró nuestra memoria, por eso está quieta y no encajará nunca en lo que pueda comprenderse. Lo que quedaba era una parte mínima; con grandes cantidades de hierro la cubrimos, la escondimos del tiempo, y lo logramos. Pues más que arquitectura son estos viejos edificios, estas plazas huidizas no son para reunirse, cosas peregrinas hay en los mercados por la noche. Y la sal que negamos nos escuece la piel, nos hincha el hígado, nos roe la lengua, nos llena de la malaventura. Entonces una fiebre privada nos ocupa, y cada quien en su lugar se quema y la vergüenza nos esconde la boca. Para asustarse, para salir huyendo son lñas norias ocultas de doonde el recuerdo saca cubos de voces ya podridas. Qué dudosa resulta ya entonces la voluntad del hombre, parece que el juego estuviera ya a punto de acabarse; ya los apasionados echan su resto en el tapete. Y la burla desciende de las nubes, una burla grande, sucia y estorbosa, dañina al corazón como una estafa. Sí, en verdad no hay límite, aunque más nos prodiguemos con la muerte más vivimos; qué siniestro. Mas la negra veracidad urbana nos aplasta, caemos má expuestos a la dicha y más y más nos nos atrofiamos. Así es la poca noción que tiene el inocente y no hay libro que enseñe porque carece de verdades la sencillez de la ciudad. Pero si la quieres ver a fondo, si la amas en verdad, quítate la mascarilla de oxígeno y ven conmigo. Alejandro Aura. |
Tengo la deuda de poner este poema entero, pues cité algunos versos en el primer post. XXV Recuerda que tú existes tan sólo en este libro, agradece tu vida a mis fantasmas, a la pasión que pongo en cada verso por recordar el aire que respiras, la ropa que te pones y me quitas, los taxis en que viajas cada noche, sirena y corazón de los taxistas, las copas que compartes por los bares con las gentes que viven en sus barras. Recuerda que yo espero al otro lado de los tranvías cuando llegas tarde, que, centinela incómodo, el teléfono se convierte en un huésped sin noticias, que hay un rumor vacío de ascensores querellándose solos, convocando mientras suben o bajan su nostalgia. Recuerda que mi reino son las dudas de esta ciudad con prisa solamente, y que la libertad, cisne terrible, no es el ave nocturna de los sueños, sí la complicidad, su mantenerse herida por el sable que nos hace sabernos personajes literarios, mentiras de verdad, verdades de mentira. Recuerda que yo existo porque existe este libro, Que puedo suicidarnos con romper una página. Luis García Montero : Diario cómplice. |
Tanto hablar de nación, de nación de naciones; me dió por pensar en mi país. Allí el amor a la Patria se inculca desde muy pequeños y resulta muy importante para nosotros. De todas formas la idea de la Patria que me conmueve no es la del himno mexicano, que por el momento histórico en que fue escrito es muy belicista, sino la del poema Suave Patria, que no pongo entero por que es muy largo, pero lo podéis encontrar (junto con muchos otros) seleccionando a Ramón López Velarde en www.lospoetas.com. ... Suave Patria: te amo no cual mito, sino por tu verdad de pan bendito; como a niña que asoma por la reja, con la blusa corrida hasta la oreja y la falda bajada hasta el huesito. ... Ramón López Velarde. |
Para mí este poema explica mucho lo que siento por mi ciudad natal: México D.F. Bueno, en realidad lo explican varios poemas del libro, que se llama Volver a casa, como el poema. Volver a casa
Un día abandonaremos la Ciudad de México; la dejaremos en pie y desierta para que las conjeturas crezcen, y nos iremos a fundar en otra parte nuestras maravillas. Alejandro Aura. |
Quiero compartir con vosotros este poema de una de mis películas preferidas El lado oscuro del corazón dirigida por Eliseo Subiela, con Darío Grandinetti y Sandra Ballesteros. Si queréis lo encontraréis en el libro Persuasión de los días. Comunión plenaria Los nervios se me adhieren al barro, a las paredes, abrazan los ramajes, penetran en la tierra, se esparcen por el aire hasta alcanzar el cielo. El mármol, los caballos tienen mis propias venas. Cualquier dolor lastima mi carne, mi esqueleto, ¡Las veces que me he muerto al ver matar a un toro!... Si diviso una nube debo emprender el vuelo. Si una mujer se acuesta yo me acuesto con ella. Cuántas veces me he dicho: ¿Seré yo esa piedra? Nunca sigo un cadáder sin quedarme a su lado. Cuando ponen un huevo, yo también cacareo. Basta que alguien me piense para ser un recuerdo. Oliverio Girondo. |